viernes, 28 de diciembre de 2007

Sei parte di me

In macchina non tornano chilometri che scorrono
discorsi che ti cambiano
e immagini che passano
e restano qua
se ho bisogno lo so
di sentire che
dentro c’è
voglia di ridere
qualche cosa in cui credere
e per ogni giorno mi prendo un ricordo
che tengo nascosto lontano dal tempo
insieme agli sguardi veloci momenti che tengo per me
e se ti fermassi soltanto un momento
potresti capire davvero che e questo
che cerco di dirti da circa una vita
lo tengo per me, sei parte di me. (*)

Intento de traducción:
“En coche no vuelven los kilómetros que pasan
discursos que te cambian
e imágenes que pasan
y se quedan aquí.
Lo necesito, lo sé
Sentir que
Dentro hay
Ganas de reir
Alguna cosa en que creer

Y cada día cojo un recuerdo que tengo escondido “lejos del tiempo”
Junto a las miradas veloces, momentos que llevo conmigo
Y si te parases por un momento
Podrías entender realmente que es esto lo que intento decirte desde hace casi una vida
Lo llevo conmigo
Eres parte de mi."



Echo de menos mi vida en Florencia. Ya es parte de mi.
Estar tan lejos y sola me ayuda a crecer, a ser realmente yo en otras coordenadas en las que no hay nada preestablecido, sólo yo. Más activa, más despierta, más agradecida. Siento que aprovecho cada día (aunque no haga nada de provecho), que el tiempo se mide con otro tipo de reloj, el de las experiencias, del aprendizaje...Y al volver a España todo se derrumba. Vuelvo a un estado que parece que ya no me aporte nada (y sé que no es cierto, que sólo es el cambio y que todo necesita un periodo de adaptación) pero mi mente está en Italia y mi cuerpo espera a acompañarla.

Porque cuando estaba allí una corazonada, un impulso irracional me mantenía viva y optimista las 24 horas del día, tenía un mundo delante que explorar y descubirir, y ahora ese sentimiento se ha esfumado de mi pecho, simplemente sigo viviendo, pero ya no es lo mismo (...qué trascendental!). Siento que me estoy perdiendo cosas por estar aquí, y me da miedo pensar que cuando vuelva, esa corazonada de optimismo y fuerza no vuelva conmigo (y era genial sentirse así).


(*Fragmento de Zero Assoulto: “Sei parte di me”)

miércoles, 19 de diciembre de 2007

Piazza del Duomo (segunda parte)

Otro de los básicos turísticos del paraje del Duomo: Il Campanile.
Arquitecto: Giotto

Fecha de construcción: 1334

Aún no he tenido el placer de subir sus 414 escalones (84,7 metros de altura) ni pagar los 6 euros que cuesta el ejercicio, pero lo haré. De momento, me contento con verlo desde abajo. Es un campanario precioso, altísimo y decorado con los 3 tipos de mármol del Duomo (blanco, rojo y verde). Crea
en la plaza un elegante contrapunto con su discreta figura estilizada, la más esbelta de todas. [Las actuales esculturas decorativas del Campanile son copias de los originales que pueden verse en el Museo dell'Opera del Duomo: en la base relatan la historia del pecado original hasta llegar a la gracia divina en la cumbre.]

Os dejo dos fotos, pero como todo...mejor verlo en persona!

[Foto 1: Vista del Campanile desde detrás]


[Foto 2: Contrapicado]


martes, 18 de diciembre de 2007

Piazza del Duomo (primera parte)


Hoy toca clase de arte (que venga Emilio y me lea!).

Siglo XV, Quattrocento italiano, Florencia: Il Duomo (o catedral en castellano).

[Foto1: Vista del Duomo desde el Piazzale Michelangelo]

Il Duomo, o “Cattedrale di Santa María del Fiore” es, según dicen, uno de los edificios del gótico italiano más bonitos del país. Y en efecto, la primera vez que lo ví desde la ventanilla del taxi, abrí los ojos como platos y pensé: “no puedo creer que vaya a vivir aquí”.

[Foto 2: Fachada del Duomo y el Campanile]

Todo su exterior está milimétricamente decorado, no hay ni una sola esquina sin cubrir con mármol (blanco, verde y rojo). Y tardé una semana en poder sacar la cámara de fotos porque nunca había visto una fachada igual. Me resultaba inabarcable, in-encuadrable...mi vista se perdía entre mosaicos, esculturas, columnas... Y cuando por fín asimilé la profusión de la decoración (y tamaño), recaí en su cúpula, un proyecto arquitectónico incomparable (de Brunelleschi). El arquitecto Leon Battsita Alberti decía de ella que tenía que ser lo suficientemente grande como para cubrir con su sombra a todos los toscanos.

[Foto 3: Lateral del Duomo con vistas de la cúpula y sus ábsides laterales]

En la época, la dignidad de una ciudad se medía por la grandeza de sus edificios, y Florencia se estaba quedando atrás de sus mayores rivales (Pisa y Siena). Así que en 1294 el consejo decidió construir una catedral “de magnificencia absoluta, de modo que la fuerza y la industria del hombre nunca sea capaz de crear una empresa tan vasta y bella”. El edificio tendría que ser “tan maravilloso que superase cualquier cosa...como construído en los tiempos gloriosos de los griegos y los romanos”.

Y lo consiguieron. Es el edificio de referencia de la ciudad. De entre las callecitas estrechas y caóticas del centro surge il Duomo imponente, y desde casi cualquier punto de la ciudad asoma con gracia la cúpula para orientar a los perdidos turistas (y a mi).

APUNTES DE ARTE: (2º bachillerato, jeje)
En Italia el arraigo del gótico es precario; la intensidad de la tradición clásica contribuye a recibir con recelo un estilo bárbaro, cuyas raíces estilísticas rompen, especialmente en arquitectura, con los legados de las civilizaciones mediterráneas; la bóveda de crucería y sus sistemas de distribución de pesos son considerados herejías por los constructores.

Los puntos claves del gótico religioso italiano son:
1. Clasicismo, que se evidencia en los arcos de medio punto o en arcos tan livianamente apuntados que ofrecen un aspecto redondeado.
2. Ausencia de arbotantes, lo que exige en el exterior la utilización de pilares más robustos como soporte de la bóveda.
3. Policromía, mediante mármoles de colores, en la línea ornamental del románico italiano.
4. Predominio de la horizontalidad, escasa altura de los edificios, franjas horizontales en el paramento, que subrayan el paralelismo con el suelo. Solamente la torre, como en los siglos del románico, despega verticalmente su silueta, ahora adosada al edificio.

martes, 11 de diciembre de 2007

Buoni auguri, fratellino!

Hoy toca post dedicado: “Feliz cumple, gambet”.

Sé que piensas en pasta cuando ves a un niño, cuando ves la silueta de una mujer tras una finísima cortina (aquí pensarías en pasta cuando vieras a unas chicas haciendo aerobic y...acabaríais cenando juntos!!), porque sé que dentro de ti vive el rey de la pasta fresca, el inigualable, inconfundible e incomparable...Giovanni Rana!

Así que, para que hoy te luzcas al estilo de tu héroe, te mando la receta de la pasta (a mano):

Ingredientes:
Harina, huevos, aceite, sal y la paciencia del santo Job.

Preparación:
Se coloca la harina en forma de volcán sobre una tabla de madera (la madera no es un elemento secundario para obtener un resultado óptimo, puesto que permite que la pasta adquiera cierta rugosidad, indispensable para que pueda absorber la salsa escogida).

En el “cráter” del volcán van los huevos (uno por cada 100gr de harina = 2 personas). Se baten los huevos dentro del cráter con un tenedor, se añade un poco de sal y una cucharadita de aceite, para conseguir extender mejor la pasta.

Después se empieza a mezclar la harina con los huevos, desde el centro hacia las afueras del volcán, hasta que quede completamente absorbida. (Si los huevos son más pequeños o más grandes que la media, la cantidad de harina variará).

Y aquí es donde entra el Santo Job. Tienes que amasar, amasar y amasar, rascar de la tabla de madera los restos que hayan podido quedar, y seguir amasando. Hasta que llegue un momento en que la pasta estará dura, lisa y elástica al mismo tiempo. Cuando creas que ya está, amasa un poco más.

Para acabar, haces con ella una bola, la dejas reposar cubierta para que no se seque la superficie durante media horita, y ya estará lista para que hagas con ella la forma que quieras.

Si no...siempre te quedará la magnífica opción de la pasta fresca de Mercadona!

lunes, 10 de diciembre de 2007

Coraggio

Es en los momentos difíciles cuando uno saca lo que lleva dentro, y yo no voy a permitir que mi aventura acabe en derrota. Hoy he tenido un día agridulce de lo más extraño, pero nunca sabes dónde se encuentra la solución a tus problemas. (Puede que aquella persona que conociste en un bar, aparezca en el momento más apropiado y te ofrezca un soplo de aire fresco).


Por fin me han dado la respuesta que llevo tanto tiempo esperando, (tengo trabajo!!!!!!) pero como siempre, me toca esperar. ¿Y qué hacer hasta entonces? No puedo escuchar a los que me dicen que vuelva, que fue bonito mientras duró, pero que ya es suficiente...porque tengo una vocecita dentro que grita más que ellos y me dice: quédate. Y lo voy a hacer. Porque sé que todos los comienzos son duros, pero poco a poco se avanza hasta alcanzar la meta. He borrado de mi vocabulario la palabra abandonar: impossible is nothing!

domingo, 9 de diciembre de 2007

Pinocchio

Había una vez...
- ¡Un rey! - dirían en seguida mis pequeños lectores.
- No, muchachos, se equivocan. Había una vez un pedazo de madera.


Con estas palabras empezó el señor Carlo Collodi (pseudónimo de Carlo Lorenzini) a escribir su “Storia di un burattino”(*), nuestro pequeño Pinocho.

La figura de la marioneta se ha convertido en símbolo fiorentino, y se puede encontrar un ejemplar en cada tienda, y sobre todo, en cada puesto ambulante de souvenirs. Pero además, Pinocho tiene su propia ciudad: Collodi. El escritor decidió utilizar el nombre del pueblo de su madre como nombre profesional, y tras la fama del cuento, le homenajearon construyendo un parque temático.

Pero no se trata de un parque de atracciones, sino de un parque artístico: llamaron a concurso a los artistas italianos para premiar a quien supiera crear la mejor escultura alegórica del cuento, y el resultado fueron 80 propuestas entre las que se encuentra "Pinocho y el Hada" (primer premio de Emilio Greco), la Plazuela de los Mosaicos (Venturino Venturini) y muchas otras figuras de distintos personajes y escenas de la fábula de Collodi, como el Grillo Hablante, el Gran Teatro de las Marionetas y el Bosque de los Asesinos.

Lo tengo a 27 km así que...tendré que ir!!

[Foto: La pequeña marioneta convertida en souvenir]

(*)El cuento fue publicado en 1883, y está considerado como uno de los primeros libros de la literatura infantil escrito pensando en la psicología de los niños. Aunque en realidad no eran éstas las intenciones del escritor, puesto que en su primera versión de la historia, el pequeño muñeco moría a causa de sus innumerables errores.

Florencia turística I

Puede que sea una de las postales más famosas de Florencia, en un atardecer de primavera, iluminado y reflejado sobre las aguas tranquilas del Arno...il Ponte Vecchio. Se trata del puente más antiguo de la ciudad (1345), y el único que ha sobrevivido a los ataques de la II Guerra Mundial (cuentan que los alemanes lo dejaron intacto siguiendo órdenes del propio Hitler).

Es uno de los puntos más turísticos del centro histórico (esos de visita obligada), y está abarrotado en su interior de pequeños comercios de joyería. Acoge cada día a cientos y cientos de turistas, pero yo lo prefiero de noche, duplicado como en un espejo sobre el río. Si consigues que su ambiente te envuelva, puedes llegar a sentirte en otro tiempo.

[Foto1: Vista del Ponte Vecchio desde la Galeria degli Uffizi]

En época de los romanos, el puente aún de madera, formaba parte de la Via Cassia, via fundamental de comunicación con el norte de Italia. Pero en una de las varias innudaciones del río, el agua lo arrastró a su paso. Fue entonces cuando se decidió construir el primer puente de piedra. Lo ocuparon entonces los pescadores y carniceros, después albergó a los curtidores, quienes empapaban sus pieles con orina de caballo antes de curtirlas(*).

Y cuentan que, a Ferdinando I (uno de los Medici) le molestaba sobremanera el olor que las tiendecitas del puente desprendían (a quien no!), así que deshaució a los comerciantes de lo que él consideraba “arte vil” y los sustituyó por orfebres y joyeros (a quienes hacía pagar un alquiler doble por vender allí). Los descendientes de aquellos siguen hoy vendiendo sus joyas en puestos con portones de madera de más de cuatrocientos años. En el centro del puente se puede ver un busto de Benvenuto Cellini, uno de los orfebres más famosos de la ciudad.


[Foto2: Detalle del interior del Ponte Vecchio]

(*)Los curtidores tomaban las pieles de animales y las remojaban en agua. Entonces las aporreaban y restregaban para eliminar los restos de carne y grasa. Luego remojaban las pieles en orina para ablandar el pelo o las dejaban pudrir durante varios meses, después de lo cual las bañaban en una solución salina. Después de que el pelo se hubiese ablandado, los curtidores lo raspaban con un cuchillo.

Una española en Florencia


Hoy inauguro mi blog.
Ya llevo casi dos meses en Florencia, y esta ciudad esconde mil secretos que quiero descubrir. Cada calle, cada esquina, cada ventana parece esconder una historia, y es que a veces no sabes dónde mirar para dejar de ver arte. De hecho, algo parecido le ocurrió al señor
Stendhal cuando visitó Florencia, al que le diagnosticaron una sobredosis de belleza tras admirar la Iglesia de Santa Croce.

Desde aquí intentaré contar las experiencias que la ciudad me ofrezca porque...desde mi ventana se ve Florencia.