martes, 11 de diciembre de 2007

Buoni auguri, fratellino!

Hoy toca post dedicado: “Feliz cumple, gambet”.

Sé que piensas en pasta cuando ves a un niño, cuando ves la silueta de una mujer tras una finísima cortina (aquí pensarías en pasta cuando vieras a unas chicas haciendo aerobic y...acabaríais cenando juntos!!), porque sé que dentro de ti vive el rey de la pasta fresca, el inigualable, inconfundible e incomparable...Giovanni Rana!

Así que, para que hoy te luzcas al estilo de tu héroe, te mando la receta de la pasta (a mano):

Ingredientes:
Harina, huevos, aceite, sal y la paciencia del santo Job.

Preparación:
Se coloca la harina en forma de volcán sobre una tabla de madera (la madera no es un elemento secundario para obtener un resultado óptimo, puesto que permite que la pasta adquiera cierta rugosidad, indispensable para que pueda absorber la salsa escogida).

En el “cráter” del volcán van los huevos (uno por cada 100gr de harina = 2 personas). Se baten los huevos dentro del cráter con un tenedor, se añade un poco de sal y una cucharadita de aceite, para conseguir extender mejor la pasta.

Después se empieza a mezclar la harina con los huevos, desde el centro hacia las afueras del volcán, hasta que quede completamente absorbida. (Si los huevos son más pequeños o más grandes que la media, la cantidad de harina variará).

Y aquí es donde entra el Santo Job. Tienes que amasar, amasar y amasar, rascar de la tabla de madera los restos que hayan podido quedar, y seguir amasando. Hasta que llegue un momento en que la pasta estará dura, lisa y elástica al mismo tiempo. Cuando creas que ya está, amasa un poco más.

Para acabar, haces con ella una bola, la dejas reposar cubierta para que no se seque la superficie durante media horita, y ya estará lista para que hagas con ella la forma que quieras.

Si no...siempre te quedará la magnífica opción de la pasta fresca de Mercadona!

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