Si fuese un gusanito en Florencia, seguramente dormiría cerca de una panadería de la calle ghibellina...cerquita del calor y con aroma a pan recién hecho. Me despertaría con los primeros ruidos de Santa Croce, y me deslizaría entre laspisadas de los miles de turistas y entre los puestos ambulantes hasta llegar a la Piazza della Signoria.
Allí desayunaría en un lugar privilegiado todos los días: sobre la cabeza de uno de los caballos de la fuente de Neptuno viendo al David, a Perseo y su Medusa. Con la tripa llena, saldría al Arno por la calle de la galería de los Uffizi y me embobaría, como hago siempre, con el mejor mimo del día, y si estuviera de buen humor, me sentaría en una de tantas sillas que dejan los artistas para caricaturizarte.
Un gusanito en el Arno bajo el sol.
Pasaría la mañana sobre el calor de las piedras del río, deleitándome con las vistas de los puentes y su reflejo en el agua. Y cuando empezara a notar un "gusanillo" en la tripa...¡qué mejor que el bullicio y colorido del Mercato Centrale para picotear cualquiera de sus especialidades!
La tarde la pasaría dando vueltas en el precioso tiovivo de la Piazza della Repubblica...y para recuperarme del mareo, leería un libro de poesía (española con traducción italiana) junto a una taza caliente de cappuccino en la librería Edison.
Al atardecer, subiría al Piazzale Michelangelo para decirle adiós al sol y disfrutar de las nubes de caramelo sobre la ciudad. Con la compañía de la luna llegaría piano piano de nuevo a mi panadería de la calle ghibellina a esperar un nuevo día.
Pero esto sólo lo haría si fuese un gusanito en Florencia.
2 comentarios:
Qué bonito chouns, muy poético, como tú sabes. ¿Si fueses italiana y vinieses a vivir a Valencia, escribirías todo esto de tu tierra? A mi niña me la están robando!!!
Ya sabes que Castellón lo llevo en el corazón..."eixos cremaors" no se encuentran en ninguna otra parte del mundo, y eso marca!
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